martes, 25 de noviembre de 2008

¿Tienes el valor o te vale?

Mientras circulaba por Navojoa, no logré ver un alto por una combinación de razones: El señalamiento estaba escondido tras un camión estacionado y no se podía ver hasta que llegaba prácticamente a la esquina, iba algo distraído y la calle estaba llena de anuncios que llamaban más la atención que el señalamiento (creo que ese tema necesita su propio artículo). Entonces da la casualidad de que había un policía de transito a pie justo en esa esquina y me hace la señal de que me detenga. En ese momento entendí que me había pasado la señal y me detuve unos metros adelante.

El policía estaba por empezar a explicar el porque me detuvo cuando yo dije que sabía que hice mal y diciéndole que lo vi demasiado tarde. Muy amablemente me pide que le muestre mi licencia y la tarjeta de circulación del vehículo para después preguntarme de donde vengo y para donde voy. Como yo aceptaba mi culpa él estaba listo para hacer la multa, pero al decirle que soy de fuera de la ciudad él comenzó a dudar y me explicó que como el vehículo no es de Navojoa tengo que ir directamente a la estación a pagarla de inmediato. Recordando una anécdota de un buen amigo, inmediatamente intuí hacia donde se dirigía la plática y estuve de acuerdo en ir a pagarla.

El oficial, como buena persona que era, me ofreció una alternativa menos batallosa: "Ayudarme". Me dijo que me daba "chancita" de que no tuviera que ir hasta allá a pagarla, pero yo insistí, aceptando mi error y sabiendo que me costaría mucho más, que con gusto lo hacía, ya que después de todo eso era lo correcto. Él también insistió en "ayudarme" y que solo necesitaba "pa'la soda". De nuevo le respondí que prefería ir a pagar a donde corresponde. Con esto él se rindió y me dijo que me fuera. Sin cobro alguno.

¿Qué tal? ¿Ustedes qué hubieran hecho?

"No des ni pa'l taco ni pa'l chesko"

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