viernes, 9 de mayo de 2008

De política y cosas peores

Cuando el tema de tu Blog es hablar acerca de la desinformación y tratar de desmentirla, un tema obligatorio es la política. En este ambiente, la desinformación no solo existe como una cosa más, sino que es prácticamente el pan de cada día, de cada hora, de cada minuto. Tristemente, la desinformación es la base de cualquier campaña y de cualquier gobierno, no solo de aquí de México, sino en todo el mundo.

El objetivo de un político es hacerse ver como un ciudadano modelo, inteligente, honesto, culto, consciente de los problemas de la sociedad y las soluciones necesarias para cada uno de ellos. Sin embargo, nunca quedan ni cerca de lograr ese objetivo, pues siempre se exhiben unos a otros, o ellos mismos. Claro, el problema no está en que tengan sus defectos, todos los tenemos y al ser figuras públicas hay poco que se pueda esconder. Por más mínimo o simple que parezca dicho defecto, éste se magnifica exponencialmente al ser una figura pública. Eso sin contar, las exageraciones y descalificaciones deshonestas por parte de los demás políticos y sus simpatizantes.

Además, ellos también tienen su forma de manejar la información para que los beneficie. ¿O alguna vez han escuchado a un político decir que se equivocaron o comentar que lo hecho por su rival es por el bien del pueblo? Claro que no, al menos que ellos de cierta forma se puedan llevar algo del mérito, lo cual hacen con una habilidad sin igual para echarse flores mientras minimizan lo logrado por el otro. Si la propuesta no fue de ellos, solo se logró gracias a ellos y su capacidad para generar acuerdos.

Lo mismo sucede a nivel de los partidos, si alguno de ellos está a favor de algo, su partido rival automáticamente está en contra. Si es algo que de plano no se puede estar en contra, entonces están en contra de como se quiere hacer, o en última instancia, que todo está bien, pero que el otro partido no lo hará bien, lo echará a perder o habrá corrupción en el manejo de las operaciones. Lo más increíble de esto, es que casi nunca existe algún miembro de un partido que no esté de acuerdo con la opinión de su grupo, ni siquiera en lo más mínimo, aún cuando dicha idea vaya en contra de todos los ideales y necesidades de las personas que estas políticos representan. Cuando esto llega a suceder, automáticamente este disidente es tachado de traidor o vendido por aquellos mismos que hasta lo defendían con todas sus fuerzas de todas las acusaciones. Para ellos está bien ser un ignorante, corrupto, borracho, drogadicto, mujeriego, irresponsable, cínicos, mentiroso; pero no está bien que pienses diferente a tu partido.

Ahora, es fácil criticarlos, de hecho, es muy muy fácil, pero hay algo que todos nosotros convenientemente olvidamos, y es el hecho de que los políticos son como cualquier otro ciudadano. Nos hacemos a la idea de que son algo aparte, como si vinieran de otro lado, como si fueran de otra especie; cuando en realidad ellos tan solo son un reflejo de nuestra sociedad. Se nos facilita excluirnos de toda culpa, siendo que nosotros somos exactamente iguales: ignorantes, corruptos, borrachos, drogadictos, mujeriegos, irresponsables, cínicos y mentirosos. Siempre nos quejamos de las condiciones en que vivimos, nadie más. Solamente que nosotros no tenemos un perfil alto ni somos figuras públicas.
Para que exista corrupción se necesitan un corrupto y un corruptor. Adivinen quien es el corruptor.

En fin, para que estas personas lleguen a puestos públicos necesitan que voten por ellos. Podemos argumentar que nuestras opciones son limitadas, que terminamos por escoger el menor de los males, lo cual es cierto, pero lo que también es cierto es que nosotros somos los que dejamos que eso suceda, no nos atrevemos a levantar la mano y objetar, solo lo hacemos después del hecho y deslindándonos de toda culpa.

2 comentarios:

César G. De la luz Daniel dijo...

Te he dado seguimiento desde los mensajes que pusiste en el foro de El Imparcial sobre la película creacionista, y te felicito, más que nada, por ser de los pocos escépticos que conozco de Hermosillo. Yo también soy de acá, y voy a poner un enlace a tu blog, y te recomiendo que te pasees por el mío y cheques los enlaces que tengo a otros escépticos, para que enriquezcas la postura.
Saludos y adelante.
César De la luz

Anónimo dijo...

todos tenemos un poco de politicos cuando andamos quedando con la novia buscamos ser el mejor pretendiente el mejro "candidato" y hasta les echamos tierra a otros posibles candidatos, cuando la regamos o nos cachan en algo tratamos de inventar algo mentir para que eso que era malo no lo paresca, cuando nos presentan a los suegros, volvemos a mentir prometemos cosas que alguna no sabemos por que las dijimos, cuando un policia nos multa lo primero que pensamos es en darle una "mordida", ahora ves por que los politicos son asi, hacen lo que tu y yo hacemos a escalas mayores, el problema no es la politica el problema es como cambiar la mentalidad de todos nosotros quien sepa esa respuesta no la guarde y ojala la comparta.